¿Inteligente se nace o se hace?

¿Uno nace inteligente, o se hace inteligente?

A continuación vamos a responder preguntas que comúnmente nos hacemos en algún momento de nuestras vidas.

De hecho algunas personas piensan continuamente en ellas al encontrarse con alguien que es "más inteligente".

¿Es la inteligencia hereditaria?

Generalmente es fácil identificar a las personas más destacadas:

  • en el colegio,
  • en la universidad,
  • en el trabajo,
  • etcétera.

¿Son más listas estas personas porque han nacido con ese don? ¿Es porque son los tataranietos de un científico?

Para comprenderlo debemos de tener en cuenta 2 factores:

Factor 1: Entender el significado de Inteligencia

Lo primero a tener en cuenta es que cuando hablamos de inteligencia podemos referirnos a muchas cosas.

Uno puede ser considerado muy inteligente para las matemáticas, y ser muy malo practicando deportes y cocinando.

Otras personas entienden muy bien los sentimientos de los demás, y son muy buenas dando ánimos, siendo grandes comunicadores, o haciendo de mediadores.

Por tanto, lo primero es entender que existen distintos tipos de inteligencia.

Permíteme citar algunos ejemplos. Tenemos:

Pero así mismo, tenemos varias teorías para clasificar a la inteligencia en tipos.

Te invito a investigar más sobre ello. Y para no desviarnos más del tema, pasemos al siguiente factor.

Factor 2: No siempre quien aparenta ser inteligente lo es.

Lo segundo que debes tener en cuenta es que es diferente ser inteligente que demostrar tu inteligencia.

Y para que esto se entienda mejor, permíteme darte algunos ejemplos.

¿Te has encontrado tú en una de las siguientes situaciones o las has presenciado?

  • Una persona no muy participativa en tu aula tenía igual o más altas notas que el grupito más participativo.
  • De pronto la persona que creías menos capaz por tener bajas notas demuestra ser un excelente artista: ya sea el dibujar, cantar o tocar algún instrumento musical.
  • Conoces una persona muy mala con los números pero ya va aprendiendo su tercer o cuarto idioma y los habla a la perfección.
  • Te enteras que un reconocido empresario alcanzó el éxito sin haber tenido una buena educación, pero fue siempre un excelente vendedor / cocinero.
  • Tenías envidia por una persona que parecía ser muy talentosa en todo, pero luego te enteras que hay cosas muy básicas y cotidianas que no entiende.

Ciertamente hay una correlación entre nuestros genes y nuestra inteligencia, pero ese es sólo uno de muchos factores.

La inteligencia es influenciada principalmente por:

  • El ambiente y la forma en que vivimos nuestros primeros años de vida.
  • Las personas con las que pasamos más tiempo, y aquellas que hemos adoptado como un modelo a seguir.
  • Nuestra curiosidad y cómo la atendemos.
  • El conjunto de problemas que hemos tenido a lo largo de nuestra vida, y la forma en que los afrontamos.
  • Las reglas básicas que aprendimos y patrones culturales que hemos percibido durante nuestra infancia.

Por ejemplo, según la lista anterior, una persona nacida en el seno de una familia con elevado poder adquisitivo, es muy probable que:

  • Estudie en mejores colegios y universidades.
  • Pase tiempo en familia donde todos o la gran mayoría tienen títulos profesionales.
  • Reciba educación financiera y se le ponga retos o se le exija más a temprana edad.

Por esto muchos investigadores determinan que "nacer con suerte" favorece al desarrollo de la inteligencia.

Sin embargo, según la lógica clásica, esto no implica que quienes nacen en codiciones desfavorables no sean o no puedan desarrollar los mismos o más altos niveles de inteligencia.

Te pondré algunos ejemplos:

  • Si naces en condiciones desfavorables, tienes más problemas. Pero esto significa que tienes también la oportunidad de solucionar retos más grandes, y por tanto desarrollar más tu inteligencia.
  • Una persona nacida pobre, si tiene que trabajar desde temprana edad, aprende cosas más pronto y su visión del mundo es distinta.
  • En vez de recibir indicaciones estrictas, una persona nacida en una familia pobre debe descubrir por sí misma distintas soluciones e influir sobre sus seres queridos, desarrollando muchas habilidades positivas.

Para resumir esta sección te planteo 3 preguntas.

  • Si existen muchos tipos de inteligencia, ¿cuál es aquella en la que más destacas?
  • Si aún no la encuentras, ¿qué piensas hacer para hallar tu verdadera pasión, aquello para lo que estás hecho?
  • ¿Has entendido que no hay límites para la curiosidad del ser humano y que es un punto clave para desarrollar habilidades?
¿Es la inteligencia hereditaria?

¿Importa más la actitud o la inteligencia?

Poseer un elevado coeficiente intelectual es el complemento ideal para quienes tienen la actitud de no rendirse y sacar provecho de las adversidades.

Sin embargo, aquellos que poseen dicha genialidad no siempre tienen una buena actitud para explotar su don.

De hecho existe una tendencia para quienes son dotados con un coeficiente intelectual elevado de no ser muy felices, y como consecuencia, en algunos casos caen en el fracaso.

Te preguntarás:

1. ¿A qué se debe la infelicidad en los superdotados?

Te menciono algunas de las razones:

  • Falta de interés en actividades comunes a su edad.
  • Baja autoestima.
  • Angustia o ansiedad debido al sobre-análisis de muchas cosas.
  • Insomnios a causa de una mente que no se detiene.

Todo ello puede traer como consecuencia un profundo aislamiento social.

Además de ello, un ser superdotado no siempre toma buenas decisiones. Por el contrario, puede sentirse confundido ante situaciones cotidianas, que son resueltas con facilidad por personas con un coeficiente intelectual promedio.

Tomar decisiones de manera exitosa se asocia principalmente con tener una amplia visión de cómo funciona el mundo.

Una persona con elevado coeficiente intelectual puede analizar muchos escenarios, pero si sus estimaciones no son muy realistas, no hay mucha diferencia con el análisis menos exhaustivo pero más acertado de una persona promedio.

2. Si tengo actitud, ¿puedo ser exitoso?

Por otro lado:

Quienes no cuentan con un coeficiente intelectual privilegiado muchas veces destacan en perseverancia, determinación y una buena dosis de positividad ante situaciones que parecen insostenibles.

Es así que: todos tenemos las mismas posibilidades de alcanzar el éxito.

Si no eres un genio que puede hacer cosas impresionantes como:

  • Desarrollar algoritmos que el 90% de la población no es capaz.
  • Calcular 10 diferentes jugadas en ajedrez y estimar posibles resultados finales.
  • Realizar operaciones matemáticas complejas en segundos.
  • O bien cualquier actividad que la mayoría no puede hacer.

¡No debes de preocuparte!

Personas con pocos logros académicos y muchos problemas en el día a día han conseguido darle un giro rotundo a su vida, y hoy en día son grandes referentes del éxito.

3. ¿Cómo ser mas inteligente?

Es importante que tengas presente que si bien un alto CI no es garantía de éxito, es necesario ser racional y trabajar en ello.

Aquí te menciono algunos hábitos que puedes incluir en tu vida si deseas impulsar tu capacidad de análisis, ser más eficaz en tu trabajo y de igual forma, tomar mejores decisiones personales:

  • Haz una lista de tus actividades diarias.
  • Practica juegos que pongan a trabajar tu cerebro como ajedrez o scrabble.
  • Rodéate de amigos a los que les guste pensar (lo justo y necesario).
  • Acostúmbrate a leer al menos 20 minutos al día. Puede ser un artículo diario o un avance del libro de tu preferencia.
  • Aprende un nuevo idioma. No es necesario que lo hables con fluidez.
  • Escribe, o mejor aún, enseña lo que aprendes.

En conclusión podemos afirmar que:

Si bien un elevado coeficiente intelectual no es sinónimo de éxito, sí son factores que influyen notablemente en el camino a alcanzarlo:

  • Actitud: Ser perseverante, positivo y disfrutar de lo que sea que uno esté haciendo.
  • Sabiduría: Entender cómo funcionan las personas y en general el mundo, como consecuencia de nuestras experiencias vividas.
  • Racionalidad: Observar, analizar y actuar en base a principios propios o universales, sin dejar de lado tu instinto.
¿Importa más la actitud o la inteligencia?

Entonces, ¿se nace o se hace inteligente?

La inteligencia es un conjunto de genética, ambiente y sociedad. Dado que los genes por sí solos no tienen expresión.

Con perseverancia, determinación y una buena dosis de positividad tienes más que suficiente para emprender tu camino al éxito.

En conclusión es más importante lo que hacemos que la aptitud con que nacemos.

Y recuerda que:

El perfil de alguien exitoso no es algo que se herede. Debes construirlo.

De todos modos, no hay nada de malo en conocer tu coeficiente intelectual.

Si tienes curiosidad, puedes realizar un test online y conocer tus resultados inmediatamente.

¿Te animas a descubrir cuál es el tuyo? Ahora que conoces todo esto, no hay nada a qué temerle 😉.

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