¿Un elevado coeficiente intelectual garantiza el éxito?

Todos hemos creído y sido parte de estereotipos sociales en algún momento de nuestras vidas.

Uno de los más comunes es creer que un alto coeficiente intelectual es garantía de éxito.

¿Por qué no creer en ello si algunos de los millonarios más exitosos en el rubro de la tecnología, economía, negocios, etc, son personas superdotadas, con un coeficiente intelectual muy por sobre el promedio?

Usualmente asumimos que quienes poseen un alto coeficiente intelectual tiene un futuro asegurado, y de forma intrínseca su vida está destinada al éxito.

Por otro lado, es una creencia popular que quienes son bendecidos con este don de brillantez generalmente tienen menos habilidades sociales.

Esto nos lleva a hacernos la siguientes preguntas:

¿Realmente a mayor genialidad, menos inteligencia emocional?

Durante años, especialistas en el campo, intentan entender como influye el coeficiente intelectual en el manejo de situaciones cotidianas.

Los primeros bosquejos de exámenes para calcular el cociente intelectual se iniciaron en los ejércitos militares, y posteriormente en el campo educativo, con el afán de detectar problemas de aprendizaje en menores.

Uno de los primeros psicólogos con mayor relevancia, en estudiar el coeficiente intelectual, fue Lewis Terman.

Él realizó un estudio que tuvo como protagonista a niños superdotados, hallando entre sus conclusiones que aquellos niños no encajaban en los estereotipos sociales que a menudo se les asociaba.

En consecuencia, se entiende que aquellos niños:

• No eran débiles, ni enfermos, mucho menos inadaptados sociales.
• En realidad tenían mejor salud, y estaban mucho mejor adaptados que los demás niños de su edad.

Luego de haber fallecido, varios expertos en el campo de la psicología continuaron con su investigación.

Inclusive, hoy en día aún se continúa con dicho estudio, siendo uno de los más longitudinales de la historia global.

Habiendo pasado varios años, se constató que algunos de los participantes originales de la investigación han alcanzado el éxito.

Posteriormente se añadieron 200 participantes más. Se tiene la intención de hacer seguimiento a cada uno de ellos, hasta el fin de sus días.

Cuando en el año 1955 se hizo una evaluación de los participantes:

• Se dió con la sorpresa que sus ingresos eran 5 o 6 veces mayores a la media,
• y la gran mayoría de ellos se convirtieron en profesionales

Pero no todos corrieron con la misma suerte. Quienes continuaron con la investigación, decidieron tomar 100 individuos de diferentes grupos, todos con un coeficiente intelectual superior al promedio, dándose con la sorpresa que:

• La gran mayoría del segundo grupo tenían elevados índices de alcoholismo y divorcios,
• y solo unos cuantos se graduaron y ganan un poco más que el promedio.

Entonces, ¿un elevado coeficiente intelectual asegura una vida llena de éxito?

¿Por qué los resultados fueron muy diferentes entre el primer y segundo grupo de estudios?

Si un alto coeficiente intelectual asegura alcanzar éxito en la vida, ¿por qué a los individuos del segundo grupo les fue mal?

He aquí la explicación:

• Terman originalmente separó en grupos a los individuos.
• Puso en un primer grupo a aquellos que en su niñez mostraban prudencia y previsión, ímpetu, perseverancia y ganas de sobresalir.
• Al llegar a la adultez, dichos individuos mostraban 3 características que el segundo grupo mostraba en menor capacidad: orientación por objetivos, confianza en sí mismos y perseverancia.

Por tanto, se concluye que:

• Si bien el coeficiente intelectual juega un papel importantísimo en la vida de una persona,
• son los rasgos de personalidad quienes determinan el resultado.

En síntesis, ¿qué es lo que realmente garantiza el éxito?

Sobresalir en el colegio por altas calificaciones no es garantía de éxito, de ninguna manera.

Podemos afirmar esto ya que:

Muchas investigaciones han demostrado que quienes son excepcionalmente buenos durante sus estudios, y poseen habilidades académicas brillantes, suelen experimentar problemas sociales.

No siempre es así. Pero existe una tendencia a no desarrollar mucho el lado social cuando uno está muy enfocado en continuar y no dejar de aprender.

Así mismo:

Se ha confirmado que quienes poseen un coeficiente intelectual elevado son más abiertos a probar nuevas cosas:

• Lo que incluye drogas como la marihuana o algún otro vicio,
• así como la práctica de deportes extremos, o
• la ejecución de experimentos en general, que pueden poner en riesgo su vida, o desestabilizarla.

Ello se denomina apertura a la experiencia, y se define como un rasgo de la personalidad, caracterizado por la curiosidad.

Mientras las investigaciones siguen su curso, cada vez parece apoyarse más a las conclusiones a las que llegó Terman:

La inteligencia es un componente importante, pero una elevada inteligencia por sí misma no es garantía de éxito Terman

Decimos entonces que:

• el ambiente familiar,
• el nivel socioeconómico,
• el entorno educativo,
• las experiencias acumuladas,
• los rasgos de personalidad,
• la voluntad y motivación,
• la curiosidad,
• la cualidad de definir metas y enfocarse en ellas,
• la creatividad, y por supuesto,
• la madurez emocional,

innegablemente, son todos factores importantes en la determinación del éxito en tu vida, además de tu nivel de coeficiente intelectual.

Por tanto, sea que tu nivel de coeficiente intelectual es muy alto, promedio, o bajo, finalmente:

El éxito lo determinas tú en base a las decisiones que tomas.

Dicho esto, y dado que no tienes nada que perder, ¿te animas a conocer cuál es tu coeficiente intelectual?