¿Somos cada vez más inteligentes? - El efecto Flynn

• 1.- ¿De dónde surgió el término “Efecto Flynn”?
• 2.- ¿Qué es el efecto Flynn?
• 3.- ¿Cuáles son las causas del efecto Flynn?
• 4.- Relación entre la tecnología y el efecto Flynn
• 5.- Si somos cada vez más inteligentes… ¿también somos más felices?
• 6.- ¿Las futuras generaciones serán una población superdotada intelectualmente?

Recientes investigaciones han tenido resultados sorprendentes.

Estas revelan que con el paso de los años, los resultados en los test de Coeficiente Intelectual han ido aumentando.

Dicha noticia ha provocado gran expectativa, pues, se podría concluir que nuestros descendientes serán cada vez más inteligentes.

Tal fenómeno es conocido como “El efecto Flynn”. Conozcamos un poco más sobre él.

1.¿De dónde surgió el término “Efecto Flynn”?

El término “efecto Flynn” fue acuñado por los profesores Richard Herrnstein y Charles Murray, quienes en 1994, en su libro “The Bell Curve”, describieron el incremento del Coeficiente Intelectual que se produce de una generación a otra.

Decidieron elegir este término en referencia al investigador James Flynn, quien había sido uno de los primeros en dar luces sobre este fenómeno

2. Pero, ¿qué es el efecto Flynn?

El efecto Flynn es un fenómeno que sostiene que el Coeficiente Intelectual de la población a nivel mundial, muestra un aumento constante desde inicios del siglo XX.

El investigador neozelandés James Robert Flynn fue el primero en defender esta idea, sosteniendo que:

• esto se debe a la influencia de factores medioambientales y,
• no a teorías basadas en una superioridad racial o genética.

Algo así llama bastante la atención y puede llevar a realizarnos la siguiente pregunta:

si el coeficiente intelectual aumenta de una generación a otra,

¿Quiere decir esto que nuestros nietos van a ser superdotados comparados con nosotros?

Para responder esto, es necesario revisar importantes matices que hay que tener en cuenta al hablar sobre este fenómeno, los cuales seguiremos revisando en este artículo

3. ¿Cuáles son las posibles causas de este fenómeno?

Los aumentos detectados en el Coeficiente Intelectual se han producido de forma rápida. En algunos casos, se ha determinado que el aumento ha sido de hasta 10 puntos en tan sólo 30 años.

Esto nos hace pensar que este crecimiento no se debe a variaciones genéticas, sino a cambios:

• sociales,
• educativos,
• familiares, y
• nutricionales.

Veamos más a detalle algunas de estas probables causas:

Mejora de la educación

Algunos investigadores indican que el efecto Flynn se debe al aumento de las tasas de alfabetización y a la preocupación por una educación de mejor calidad, especialmente en niños de nivel socioeconómico bajo.

Compensación de déficits nutricionales

Hace un siglo, en la mayor parte del mundo, no había una alimentación infantil adecuada. Esta mala alimentación se relacionaba directamente con las bajas puntuaciones de Coeficiente Intelectual.

Es obvio que este déficit nutricional interfiere en el desarrollo cognitivo de los niños; sin embargo, este problema ya ha venido siendo atendido en muchas partes del mundo, por lo que podría ser una causa del efecto Flynn.

Avances en la medicina

Juntos con la mejora de las condiciones nutricionales, los avances en la medicina han permitido que haya una reducción en el número de enfermedades infecciosas.

Esto ha contribuido a que se disminuyan los daños cerebrales, sobre todo, en niños.

Familiaridad con los test de Coeficiente Intelectual

Desde hace algunas décadas, las escuelas vienen haciendo uso de formatos muy parecidos a los test de Coeficiente Intelectual dentro de sus evaluaciones.

Esto ha provocado que los estudiantes se familiaricen con este tipo de pruebas. Esta sería una de las razones por las que dichos alumnos resuelven los test con mayor eficacia y rapidez.

Además de estos factores, Flynn considera que existe otro factor fundamental: la tecnología.

Veamos un poco más sobre esto

4. ¿Cuál es la relación entre la tecnología y el efecto Flynn?

James Flynn, en su libro “What is intelligence?” (2007), afirma que no sólo los cambios sociales han contribuido para el crecimiento del Coeficiente Intelectual.

Flynn sostiene que son los cambios tecnológicos los que han aumentado la capacidad de razonamiento abstracto de la población mundial.

Según Flynn, esto se debe a que las nuevas tecnologías, tales como las pantallas interactivas y variedad de juegos virtuales, estimulan el cerebro, lo que hace que los niños actuales,

• cambien el modo en el que procesan la información,
• mejoren la capacidad para establecer relaciones entre objetos,
• desarrollen su razonamiento abstracto, y
• desarrollen mayor rapidez en su percepción.

5. Si somos cada vez más inteligentes… ¿también somos más felices?

Si bien el efecto Flynn sostiene que cada vez nuestro razonamiento abstracto es más hábil, esto no siempre se relaciona de manera directa con la satisfacción personal o la felicidad.

Como mencionamos anteriormente, una de las causas para tener una mayor destreza para resolver problemas, es el avance tecnológico. Esto a su vez nos ha puesto en un nuevo escenario aún más complejo.

Pues, somos conscientes de que la tecnología también ha contribuido a que

• cambie nuestra forma de relacionarnos con otras personas,
• cambie el modo de vernos a nosotros mismos y
• entender el mundo de forma diferente.

Esto ha hecho que cada vez se dé un mayor paso al individualismo social, lo que se reproduce en menor satisfacción personal o sentido de bienestar.

6. ¿Las futuras generaciones serán una población superdotada intelectualmente?

A pesar de que el efecto Flynn se mantiene en poblaciones con niveles socioeconómicos bajos, estudios realizados en las últimas décadas aseguran que este fenómeno se estaría reduciendo a nivel mundial.

Esto quiere decir que actualmente el Coeficiente Intelectual tiende a bajar, incluso manteniéndose el efecto Flynn en algunos países.

Como vemos, este es un tema del que aún no se pueden extraer conclusiones definitivas.

Sin embargo, es importante conocer el estado de nuestro Coeficiente Intelectual, ya que esto nos permite:

• conocer el potencial de nuestras habilidades,
• abordar nuestras debilidades,
• seguir un programa adecuado para mejorar nuestro aprendizaje,

o, por qué no, en unos años, comparar nuestro Coeficiente Intelectual con el de nuestras futuras generaciones y validar así la veracidad del Efecto Flynn.